Por supuesto lo que vale la pena es el castillo. Es una construcción bastante grande, la publicidad dice que mide más que un estadio de fútbol. Está hecha 100% de nieve y hielo. Yo no sabía que algo así existía. Esto le da una vista diferente a los cuentos de hadas.
Lumilinna significa literalmente el castillo o fortaleza de nieve. Aunque no todo es nieve… también hay hielo :D. Incluye un restaurant y un bar hechos de hielo; incluyendo las copas y vasos. También hay una capilla, y por supuesto las habitaciones… sí con camas de hielo. La temperatura dentro del edificio siempre se mantiene a -5 grados sin importar la temperatura exterior. Con ropa interior larga y un par de capas es más que suficiente.
Antes de que piensen que eso es una verdadera tortura, debo decirles que arriba del hielo ponen unas suavecitas pieles de reno y duermes en unas bolsas de dormir super amplias y se ven cómodas. Nosotros no pasamos la noche en el hotel por que cobran la estancia como las perlas de la virgen. Esa es una experiencia que disfrutarán más los turistas con mayor poder adquisitivo como los japoneses o jubilados alemanes.
Lo que sí hicimos es recorrer todo el lugar que incluye una generosa cantidad de estatuas de hielo, algunas de ellas de más de 3 metros de alto y unos 4 de largo. Las estatuas están iluminadas con luces de colores, que con el hielo generan todo tipo de espejismos y formas. La ambientación dentro de los edificios es genial por que tienen un sistema de sonido que con el hielo genera unas vibraciones muy interesantes.
El bar merece especial mención, que por supuesto es patrocinado por Finlandia Vodka. Los colores de las luces a través del hielo, mesas hechas de grandes bloques pulidos con velas y la decoración, de hielo obvio, da un ambiente surreal, como estar en otro planeta, o en otro tiempo. El bar tiene algunas habitaciones, una de ellas tenía tema de vikingos, y tenía runas dobre todas las paredes. otra tenía una estatua gigante de Poseidón… sip, de hielo. Las sillas tiene pieles de reno para que no se te congele tu… lo juro.
Anu y yo rcorrimos el lugar divertidisimos, e inclusive vimos a los renos que estaban afuera del lugar. Intentamos ir en una expedición en trineos pero costaban más de 150 euros por persona, en un paseo de 2 horas.. así que dejamos la experiencia a los más acaudalados asiáticos o gringos. Dmos un paseo por el mar congelado hasta que nos cansamos y decidimos que en Kemi no había mucho más por ver.
El restaurante de Lordi: The Rocktaurant.
Por la tarde, después de recorrer el castillo a nuestras anchas tomamos un autobús que nos llevaría a Rovaniemi, a una hora de distancia. Es la ciudad dónde inicia Laponia y el círculo polar ártico. Ahí paseamos por las tiendas de souvenirs que tienen muchisimas cosas hechas de madera y cuerno de reno. Muy bonitas. Nos compramos un bonito rebanador de quesos con forma de carita de reno que lo grabaron sleepy & spikey. 🙂
Fuimos a comer en el restaurante de Lordi (por supuesto!). Es de lo más divertido, es como comer en el setting de una película serie B. Lo adornó el mismísimo Señor Lordi, y además de los disfraces y la obligada música de metal, tiene todo lo que un heavy metalero (pop) puede buscar, incluyendo pesadas sillas estilo drácula, mounstruos saliendo de las paredes, craneos con piñas en medio y una buena comida.
El ambiente del restaurante es familiar. Ahí vimos a una señora de 80+ comiendo muy agusto así como a una familia con niñs pequeños. Así terminó nuestro fin de semana… en un tren con camino a Jyväskylä. en el que el trayecto total fué de 12 horas. Pero que bonito viaje.
Las fotos en este post son en Lumilinna + Rocktaurant